Abril debe volver urgentemente a la Ciudad de México y tanto ella como Marcos son citados en el despacho de un abogado en calidad de herederos para la lectura del testamento. Es así cómo vuelven a verse luego de varios años. En un principio no se reconocen: él es un hombre muy atractivo y ella se ha convertido en una joven bellísima e inteligente, aunque aún conserva su carácter aguerrido.

El encuentro vuelve a avivar viejos rencores y el intercambio de palabras no es precisamente muy amable. Durante la reunión con el abogado se enteran de que ambos han heredado el departamento en el cual vivían Miguel y Ángeles.

De inmediato surge en ellos la intención de venderlo cuanto antes y repartir el fruto de esa venta en partes iguales. Sin embargo, el abogado les aclara que por un problema legal el departamento nunca ha podido ser escriturado, sus padres habían iniciado un juicio contra la empresa constructora, pero todavía no ha sido resuelto y, por lo tanto, el inmueble no se puede vender.

Esta será una nueva razón de enfrentamiento entre ambos, ya que ninguno quiere ceder su parte al otro por no dar su brazo a torcer, hasta que finalmente, deciden compartirlo, es decir, convivir en el departamento.

A Marcos se le deben varios meses de sueldo y por eso no ha podido pagar el alquiler de su casa, por lo cual el hecho de mudarse a un departamento propio le resulta una idea excelente. Abril, por su parte, no está muy decidida a regresar a Estados Unidos.

Luego del fracaso de su relación romántica con el argentino y de un estancamiento en su carrera, siente que ha llegado el momento de un cambio. Decide quedarse en la Ciudad de México a ver qué pasa. Pero volver a la casa de su madre -un personaje extremadamente gracioso, pero muy egoísta- es impensable, y luego de hacer el intento durante un día, decide que cualquier cosa es preferible a eso, incluso vivir con su enemigo. Como consecuencia, Abril y Marcos se mudan al departamento que pertenecía a sus padres. Esta convivencia obligada, como es de esperar, no es nada fácil.

Se trata de dos personas con caracteres e intereses completamente diferentes, con un pasado en común nada agradable y con conflictos propios aún por resolver. Sin embargo, más allá de sus aparentes ?diferencias irreconciliables', se adivina una atracción irresistible entre ambos que luchará por salir a la luz y que terminará por ganar la batalla. Esta atracción mutua (visible tanto para el espectador como para los demás personajes) es algo que ellos insisten en desmentir, negar y disimular, pero se va haciendo cada vez más evidente a medida que transcurre la historia, capítulo a capítulo.

El departamento en el que conviven tiene casi el carácter de un protagonista más; será el centro de la acción, testigo de sus innumerables peleas, discusiones, reconciliaciones, y alojamiento para ocasionales amigos, amigas, ex-novios, hermanas, etc. Y, mucho más que un lugar físico, se convertirá en el escenario donde ambos tendrán la posibilidad de encontrarse no sólo a sí mismos y al otro, sino también de recuperar la historia pasada de sus padres ausentes, sanando las propias heridas de su infancia.

Así, la convivencia permitirá que Abril y Marcos logren sus objetivos: dejar el pasado atrás, crecer, y convertirse en dos seres adultos capaces de hacer sus propias vidas, trabajar y amar.

Lunes a Viernes 09:30am por Canal 11